Las situaciones de precariedad económica que a veces se presentan en la vida pueden obedecer a muy diversas causas, todas ellas susceptibles de ser tratadas con la práctica del Ho oponopono. La escasez de dinero puede tener sus raíces más profundas en pensamientos, sentimientos y memorias inconscientes del pasado que nos están bloqueando en el presente. La divina providencia se encarga, tal como su nombre indica, de la provisión adecuada de todo aquello que necesitamos en la vida material, siempre y cuando no lo impidamos nosotros mismos con un sistema de creencias de carencia.