Reza la leyenda que, mucho tiempo atrás, un pastor que estaba con su ganado en las proximidades de Ribeiro da Quebrada, por encima de la Capilla de San Pedro, fue a beber agua en un naciente que allí había y encontró la imagen de San Pedro. Inmediatamente fue a dar la noticia a las autoridades y la imagen se llevó en procesión a la Iglesia Matriz. Sin embargo, la imagen, como por milagro, apareció en el mismo Ribeiro. Entonces, se tomó la decisión de hacer una Capilla en el lugar más abajo de la aparición, donde todavía hoy se encuentra esta imagen. La Capilla no fue construida en el lugar exacto de la aparición, debido a las lluvias y a la erosión que allí se producían. La tradición también cuenta que, en ocasiones, la imagen aparecía de espaldas a la puerta y, otras veces, de espaldas al altar.