Amuleto Faraón Tutankamon Lapislazuli grande
4 cm de altura. En plata de Ley 925 mm
Tutankamón,1 llamado en vida Tutankhaten,23 fue un faraón perteneciente a la dinastía XVIII de Egipto, que reinó de 1336/5 a 1327/5 a. C.4 Su nombre original, Tut-anj-Atón, significa «imagen viva de Atón», mientras que Tut-anj-Amón significa «imagen viva de Amón». Es posible que Tutankamón sea el rey Nibhurrereya de las cartas de Amarna, y probablemente el monarca denominado Ratotis, Ratos o Atoris, que reinó durante diez años, según los posteriores epítomes de la obra de Manetón.
Su reinado se caracterizó por un retorno a la normalidad en el plano socio-religioso después del interludio protagonizado por el monoteísmo de Akenatón. Dicho retorno fue paulatino, restaurando el culto y arquitectura de los templos abandonados pertenecientes a dioses como Amón, Osiris o Ptah, colocando en funciones a la casta sacerdotal y permitiendo la celebración de los ritos pertinentes. En el plano artístico, los cánones inaugurados bajo la égida de Amarna seguirían fluyendo hasta fundirse con los patrones tradicionales del arte egipcio. En las imágenes oficiales, la imagen del joven rey sería enfatizada constantemente junto a su Gran Esposa Real conjugando la herencia visual de Amarna (las imágenes de intimidad familiar de la pareja real visibles en tronos, sillas, cofres, etc., encontrados en la tumba real) con el mensaje político oficial de continuidad de la dinastía, claramente visible por la profusión de imágenes de Anjesenamón.
Tutankamón fue un faraón notable en la restauración y armonización del Egipto posterior al periodo Amarna, pero debido a su corto reinado y la usurpación de sus pocos monumentos por parte de faraones de la XIX dinastía, no fue conocido en épocas antiguas. El tamaño relativamente pequeño de su tumba (KV62) sedimentada a través de los años fue la razón de que no fuera descubierta hasta el siglo XX, cuando Howard Carter la encontró intacta en 1922. Su descubrimiento y los tesoros encontrados en ella tuvieron cobertura mundial en la prensa y renovaron el interés del público por el Antiguo Egipto, convirtiéndose la máscara funeraria del faraón en la imagen más popular. El hallazgo de su tumba, casi intacta, fue un aporte fundamental para la comprensión de la historia y cultura egipcias. Posibilitó sacar a la luz una cantidad apreciable de joyas, muebles, armas y variados utensilios, permitiendo esto ampliar el conocimiento de esta civilización.