Colorear mandalas es mucho más que colorear dibujos. Para los niños es una diversión y un entretenimiento, pero los padres deben saber que esta actividad va mucho más allá. Un mandala es un dibujo terapéutico, independientemente de la edad de quien lo coloree, aunque este libro ha sido credo especialmente para niños pequeños. Trabajar con los mandalas centra a la persona, posibilita la concentración y el aprendizaje, equilibra los hemisferios cerebrales, favorece el descanso y el sueño, facilita la comunicación y potencia la creatividad. Es importante que los niños coloreen estos mandalas con total libertad, aunque los colores utilizados no parezcan los más apropiados.