La vida es despertarse un lunes y sonreír un viernes, la vida es caer y levantarse, la vida es nacer para morir. En La hora de tomar el café desnudos escribo las historias que guardamos bajo llave, las experiencias que la vida nos regala, las emociones que nos marcan. En definitiva, las historias que se cuentan con la cara lavada, con el corazón en la mano y con el cuerpo desnudo.