Desde siempre han existido indicios sobre la existencia de hombre perfectos, que en lugar de abandonar el mundo para vivir en los reinos superiores o divinos, decidieron permanecer en contacto con la humanidad, movidos por su amor a ella, a fin de auxiliarla en su evolución. Las crónicas de todas las grandes religiones demuestran la presencia de estos superhombres, tan llenos de vida divina que en muchas ocasiones se les consideró como representantes del propio Dios.El autor nos narra el conocimiento directo que tuvo de algunos de estos maestros de la humanidad, describiendo sus observaciones con escrupulosa exactitud y de un modo exhaustivo e impersonal, a fin de que el lector razone sobre el particular.