Solo creo en un dios que sepa danzar presenta un mapa psicoespiritual de trabajo interior a partir del sufismo, buscando por medio de sus múltiples aproximaciones e interrelaciones un dios-devenir, un dios-movimiento, un dios que danza. La mística salvaje de los sufís es el tema de fondo de esta obra, cuyo título se inspira en el texto de Nietzsche, Así habló Zaratustra. A través de la filosofía, la historia y la poesía sufí, Veleda plantea osadías tales como presentar al poeta Rimbaud como un sufí qalandar, o aproximar el sufismo al budismo y el dzogchen. He aquí una obra múltiple y práctica que reúne mapas sobre el zikhr (autorrecuerdo), eneagrama, muraqaba (meditación sufí), sama (danza de los derviches), además de profundizar en las reglas naqshbandi y en la pedagogía sobre estados (hal) y etapas (maqam) del camino interior.