La quirología es el arte de leer las líneas de las manos. Nuestras manos constituyen un diario de a bordo de la nave que somos. En su lectura encontramos nuestros sueños, los deseos más velados, los pensamientos con los que no nos atrevemos a enfrentarnos e, incluso, aquéllos a los que no podemos acceder por estar ocultos en nuestro inconsciente.